Salud visual
¿Qué es lo que debo hacer si noto algún problema visual?
Si de una forma continuada notamos serias dificultades para realizar nuestras actividades cotidianas, como leer, escribir, planchar, dibujar, ver la televisión, conducir un coche o trabajar en un ordenador, es muy probable que tengamos algún defecto visual refractivo. Estas anomalías ópticas (que nos son enfermedades), por muy pequeñas que sean, provocan un malestar importante que puede llegar a ser desproporcionado si lo comparamos con la pequeña anomalía refractiva (miopía, hipermetropía o astigmatismo) que lo causa.

Si tenemos cualquier problema visual, debemos acudir a la consulta de un óptico-optometrista, un profesional de la visión que, tras un completo y adecuado examen visual, prescribirá la compensación óptica más adecuada en cada caso, una solución que sin duda resultará fundamental para la óptima evolución y desarrollo, tanto personal como social, del afectado.
¿ Por qué las personas tenemos problemas visuales?
En muchas ocasiones la córnea, el cristalino y la retina funcionan perfectamente de manera independiente, pero no así en conjunto, como un equipo, y la imagen termina enfocándose en un punto equivocado de la retina, que está situada en la parte posterior del ojo y es la encargada de recibir la luz en perfectas condiciones y transmitirla al cerebro. A veces, por pequeñísimas deficiencias ópticas de esas estructuras oculares, esa imagen aparece delante o detrás de la retina, en vez de justo sobre ella. Cuando esto sucede no debemos asustarnos ni preocuparnos en exceso, ya que resulta muy habitual en nuestra especie y sólo significa que necesitamos la utilización de unas gafas o unas lentes de contacto para ayudar a que las imágenes que provienen de nuestro entorno se enfoquen correctamente sobre la retina.
¿Cuáles son la anomalías visuales más frecuentes?
Los defectos refractivos más habituales son la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la anisometría. En un ojo normal (denominado emétrope) los rayos de luz quedan enfocados exactamente sobre la retina, percibiendo el cerebro una imagen nítida.
La anisometría es la presencia de una diferencia significativa en el número de dioptrías de un ojo respecto al otro, habitualmente de más de 2 dioptrías.



¿Puede detectarse la miopía?
La miopía de desarrolla en algunos niños durante su edad escolar, ya que su sistema visual no puede soportar el esfuerzo que se les exige en trabajos de visión próxima. Así, como consecuencia, pierden agudeza visual de lejos.
Mientras que la hipermetropía, en algunos casos, es más difícil de descubrir, la miopía es fácil de detectar, ya que la persona miope no ve bien de lejos, y guiña los ojos para poder enfocar imágenes lejanas con nitidez. Los padres y profesores son los que antes detectarán y descubrirán si un niño es miope.
¿Qué es la miopía?
La miopía, como hemos visto, es un defecto visual muy frecuente debido a que el enfoque de las imágenes se realiza un poco por delante de la retina.
La miopía suele desarrollarse en la época escolar, y suele estabilizarse hacia los 20 años de edad; hasta ese momento, puede desarrollarse muy rápidamente y requerir frecuentes cambios de gafas o lentes de contacto.
Un número muy alto de escolares presenta una disminución de su agudeza visual, y este porcentaje es aún más elevado entre los adolescentes con el mismo problema.

¿Puede prevenirse la miopía?
Solamente pueden curarse las enfermedades, y la miopía, en sí misma considerada (si no es patológica), no es una enfermedad, y por eso no se cura, sino que se compensa con lentes. Aunque existen determinadas miopías susceptibles de ser controladas, siempre que el profesional de la visión realice la evaluación, el seguimiento y el tratamiento correspondientes.
La prevención de la miopía en la edad escolar pasa por la visita periódica a los gabinetes de los ópticos-optometristas, y una óptima y adecuada ergonomía visual (iluminación, mobiliario, colores, etcétera) en habitaciones infantiles, aulas y locales cerrados.
¿Cuáles con las causas que inciden en la aparición de la miopía?
Como ya sabemos, en el ojo miope las imágenes se forman antes de que la luz incida en la retina, debido a que el ojo miope es demasiado largo, por lo que éstas se perciben borrosas, pero también puede suceder que el cristalino (la lente que se encuentra dentro del ojo) tenga una distancia focal demasiado corta, con el mismo resultado.
Hay estudios que parecen demostrar que existe una clara predisposición genética a ser miope, aunque también puede suponerse a la existencia de una relación directa entre el desarrollo habitual de trabajos que exigen visión de cerca (estudiar, coser, leer, trabajar con el ordenador…) y este defecto de refracción. Por lo general, la miopía aparece y evoluciona en la etapa escolar , y suele estabilizarse hacia los 20 años. Hasta esa edad la miopía puede desarrollarse rápidamente y requerir frecuentes cambios de graduación, bien en gafas o lentes de contacto.

¿Existe alguna fórmula para que la miopía no avance, o para que no se herede?
La miopía está relacionada sobre todo con factores genéticos, y en la actualidad no existe ninguna fórmula, ni optométrica, ni farmacológica ni quirúrgica para lograr influir en su desarrollo. Es importante destacar que a partir de los 21 años aproximadamente la miopía se estabiliza, y no evoluciona más.
Lo que sí se puede conseguir a cualquier edad, con el control y el seguimiento adecuados por parte de un profesional, es una óptima agudeza visual para la práctica de cualquier actividad, bien mediante la utilización de gafas, bien de lentes de contacto.
¿Qué tipos de miopías existen?
Existen cuatro clases de miopía, según el número de dioptrías que se tengan:

¿Qué ejercicios visuales se recomiendan para mejorar la visión de los miopes?
No existe ningún estudio científico riguroso que demueste de forma fehaciente que la realización de ejercicios visuales mejore la visión en los miopes o logre detener la progresión de la miopía.
La mejor medida es utilizar una compensación óptica adecuada y ajustada en todo momento a nuestro defecto de refracción.
¿Cuáles con los signos y síntomas de la miopía?
Los síntomas de una miopía normal se basan esencialmente en una disminución de la agudeza visual de lejos (dificultad en la escuela para leer en la pizarra, o los carteles de publicidad, por ejemplo), mientras que la visión de cerca es normal, o incluso superior a la normal.
También puede darse una disminución de la agudeza visual de lejos por realizar un intenso trabajo de cerca, que en ocasiones se considera una miopía, pero que en realidad es un problema de acomodación unido a un mal rendimiento visual.

Si soy miope, ¿Cuál es el mejor tratamiento para mi salud visual?
Según los niveles de actividad laboral y de ocio de cada persona, y en función de los resultados de los exámenes visuales y oculares que se le practiquen, el óptico-optometrista puede prescribir gafas o lentes de contacto.
También, en caso de que así lo deseemos, el tratamiento de la miopía puede pasar por una intervención de cirugía refractiva con láser. En este caso deberemos someternos a las pruebas específicas, antes y después de pasar por el quirófano, en una clínica oftalmológica especializada en este tipo de intervenciones.
En todo caso, la corrección óptica de la miopía es fundamental no sólo por comodidad, sino también para lograr una mejora en nuestra calidad de vida, una mayor eficacia en nuestro puesto de trabajo, la puesta en práctica de cualquier actividad de ocio y deporte, así como el desarrollo de aquellas acciones en las que está en juego la seguridad, como la conducción de automóviles, en las que llevar gafas o lentes de contacto resulta esencial.

¿Qué es la hipermetropía?
La hipermetropía es un defecto de refracción por el cual, con la acomodación relajada, las imágenes que proceden de los objetos que nos rodean quedan enfocadas “detrás” de la retina. Y ¿Qué sucede cuando se observa un objeto cercano? Pues que los rayos luminosos entran en el ojo de forma divergente, es decir, que la imagen se formará aún más lejos de la retina, y en consecuencia, la visión será aún más borrosa.

Debemos entender que una persona hipermétrope no tiene por qué tener buena visión de lejos y borrosa de cerca, ya que podría darse el caso de que pudiera conservar una acomodación suficiente como para mantener una visión más o menos nítida a cualquier distancia, debido a un esfuerzo suplementario de los músculos ciliares.
Si soy hipermétrope, ¿qué soluciones existen para mi problema visual?
El óptico-optometrista, después de tener en sus manos los datos aportados por el examen visual realizado, prescribirá la solución optométrica más idónea para tu caso en particular, que será siempre con lentes convexas (de aumento o positivas), con el objetivo de reducir el estrés visual y esos dolores de cabeza resultantes tan molestos. Debemos destacar que si eres hipermétrope y tienes una óptima compensación con lentes verás con una mayor nitidez y sin fatiga ocular incluso durante periodos de lectura o trabajo de cerca prolongados.
¿Cómo podemos sospechar que tenemos hipermetropía?
Si somos hipermétropes, mantendremos un importante esfuerzo ocular para poder ver con nitidez en la distancia, pero haremos un esfuerzo aún mayor para conseguir mantener la atención visual mientras realizamos una actividad en visión próxima, como leer, cose o escribir. El esfuerzo producido por los ojos hipermétropes causa fatigas visuales, tensión e incomodidad.

Por lo tanto, y en líneas generales, un hipermétrope sin compensación óptica alguna sentirá en la mayoría de los casos una animadversión al estudio, manifestando algunos trastornos denominados astenópicos (dolores de cabeza, fatiga visual y general, pereza en la lectura, sensación de picor, escozor o enrojecimiento ocular, irritabilidad, nerviosismo, etcétera) durante cualquier tipo de actividad que requiera visión próxima continuada.
¿Qué es el astigmatismo?
Es una condición en la cual la córnea está curvada de forma asimétrica, ocasionando una visión desenfocada. Debemos tener en cuenta que en las personas que tienen una visión normal (emétropes), al igual que ocurre en miopes e hipermétropes, la córnea permanece esférica. Sin embargo, en aquellas que se ven afectadas por astigmatismo no se da esta circunstancia. Una córnea con astigmatismo tendría la misma forma que medio balón de rugby, mientras que otra córnea sin astigmatismo sería como medio balón de fútbol. El astigmatismo es una condición muy común, ya que más del 90% de las personas lo tienen, y la causa de su aparición es todavía desconocida. Generalmente se presenta desde el nacimiento, y puede existir independientemente o acompañar a otro defecto visual, como la miopía o la hipermetropía. Un grado menor de astigmatismo se considera normal, y no requiere corrección.

Si tengo astigmatismo, ¿qué soluciones son las más adecuadas en mi caso?
Si tienes problemas visuales relacionados con el astigmatismo, vengo o no acompañado de miopía o hipermetropía, debes acudir inmediatamente a una revisión optométrica de tu salud visual. Tu óptico-optometrista comprobará si el astigmatismo es o no fisiológico; si no lo es, prescribirá inmediatamente el mejor tratamiento: si el astigmatismo es regular, con gafas o lentes de contacto; y si es irregular y corneal, preferentemente con lentes de contacto.
Si es un astigmatismo de carácter acomodativo, el tratamiento que se llevará a cabo se basara en solucionar la anomalía de la visión binocular de que se trate mediante la utilización de técnicas y programas específicos de entrenamiento visual.
¿Qué tipos de astigmatismo existen?
Si es producido por alteraciones corneales, es importante la detección precoz, por lo que resulta fundamental la visita al óptico-optometrista.

Gafas, lentes de contacto, cirugía refractiva, ¿qué tratamiento es el más indicado?
Desde el punto de vista de la evolución de nuestro defecto de refracción, no hay diferencias. El uso de gafas no está reñido con el de las lentes de contacto, ya que los usuarios de estas últimas están obligados a poseer también gafas graduadas para que el ojo descanse cada cierto tiempo. Sin embargo, la calidad óptica y, indefinitiva, la corrección visual que se consigue con lentes de contacto es superior a la que se alcanza con las gafas. Esta diferencia es más marcada cuando mayor sea el defecto de refracción. Por otro lado, las lentes de contacto, por su comodidad, se pueden utilizar para la realización de cualquier actividad: prácticas deportivas, estudios, trabajo, ocio, etcétera. También son muy recomendables para conducir, ya que mejoran la agudeza visual y amplían el campo de visión. En todos los casos en los que se plantea el uso de lentes de contacto es imprescindible un estudio previo de las características del ojo que asegure no sólo una buena adaptación de las lentes, sino la ausencia de efectos adversos.
Por último, la cirugía refractiva no deja de ser una intervención más de cirugía estética, ya que su único fin es cumplir los deseos del paciente con un defecto visual que, por múltiples motivos, quiere alejarse de la utilización de gafas o lentes de contacto. Resulta una solución tan válida como el uso de gafas o lentillas, pero hay que tener en cuenta que, por diversas características anatómicas o fisiológicas de nuestros ojos, no todos somos aptos para pasar por cirugía láser. Además, esta intervención cuenta con los inconvenientes y riesgos propios de cualquier tipo de cirugía. Si estamos decididos, es recomendable una buena selección del centro donde vayamos a operarnos, comprobando la adecuada experiencia de sus especialistas en este tipo de intervenciones.
¿Qué signos o síntomas aparecen con el astigmatismo?
El astigmatismo leve no suele producir ningún síntoma, pero cuanto mayor es el astigmatismo mayor es la distorsión de las imágenes que observamos tanto de cerca como de lejos. Si el astigmatismo es muy elevado, puede afectar seriamente la visión, lo que es de suma importancia desde el nacimiento hasta los diez o doce años, etapa en la que ésta se desarrolla. Si el astigmatismo es alto y no se compensa precozmente, se corre el riesgo de que el niño pueda sufrir una ambliopía u ojo vago.

Los niños pequeños que tienen astigmatismo en ocasiones fruncen el entrecejo, bizquean o no se acercan mucho a los objetos, para de ese modo contraer la pupila y obtener una imagen más clara. Incluso pueden girar o inclinar la cabeza.
Esta actividad inusual es la que conduce a una fatiga ocular o a los dolores de cabeza.
Para las personas que sufren de astigmatismo, todos los objetos, tanto los cercanos como los distantes, se ven distorsionados. Las imágenes se difuminan y empañan. La sensación es similar a la distorsión visual producida al observar a través de un vidrio ondulado o esmerilado. Esta falta puede ser contrarrestada con un esfuerzo acomodativo del ojo provocando molestias como dolores de cabeza, enrojecimiento ocular, malestar en la nuca, sensación de arenilla en los ojos, mareos, vicios posturales, problemas para el cambio de visión lejos/cerca y viceversa, picor y escozor de ojos, etcétera.
¿Se pueden curar los defectos refractivos?
Solamente se pueden curar las enfermedades, y ni la miopía, la hipermetropía ni el astigmatismo son enfermedades. Por eso no se curan, sino que se compensan con elementos ópticos (lentes). Las lentes graduadas, bien en gafas o lentes de contacto, las recomiendas y prescriben ópticos-optometristas después de un completo y minucioso examen visual de cada paciente.